Bob Dylan anunció hace un tiempo que no permitirá el uso de teléfonos en su nueva gira, algo que no sorprendió a sus fans, pero creó un gran debate sobre conciertos y celulares.
Para una nueva generación que literalmente está pegada a sus teléfonos, no poder grabar sus experiencias o compartirlas cuando suceden parece una abominación.

También es interesante que artistas como Dylan estén desafiando la tradición, sin previo aviso ni miedo. Entonces nos hace preguntarnos…
¿Es más importante la fascinación del público por el artista o el deseo de tomar fotos y videos para “hacer que los recuerdos perduren”?
Pero no es el único; Madonna, Jack White y U2 se han sumado a la campaña usando Yondr, una compañía cuyo sistema patentado crea un espacio libre de teléfonos con una bolsa que se bloquea y desbloquea a la entrada y salida de los eventos o en un lugar especial designado para ello.


Entonces, entremos en el debate, ¿son los celulares una distracción del concierto o son parte de la experiencia? Sí, somos seres multitarea, pero está comprobado que nuestra capacidad de atención se ha ido reduciendo cada año. Entonces, si no nos enfocamos en la experiencia, ¿podemos realmente disfrutar y conectarnos con el entretenimiento?
Se puede también argumentar que si estás pagando mucho dinero para ver a tu artista favorito, deberías poder experimentarlo como quieras. Pero otros pueden alegar que la solidaridad siempre debería estar por encima de la libertad individual porque ¿podemos realmente disfrutar de algo si sabemos que está arruinando la experiencia de otra persona?
Así que, ¿se pueden revertir los hábitos? ¿Y por qué los abandonamos más fácilmente cuando vamos al cine o al teatro? ¿Qué diferencia tienen con los conciertos?

También está el factor de la espontaneidad. Algunos artistas no hacen transmisiones en vivo ni permiten grabar, porque con las redes sociales no hay sorpresas para la audiencia si cada detalle del concierto está disponible. Algunos artistas incluso han ido tan lejos como no tomarse fotos con sus fans, para ellos, la gente está tan lista para tomarse una selfie que ni siquiera se siente como una interacción humana.
En el otro lado del espectro, es absurdo pensar que en un concierto o festival no puedes usar tu teléfono cuando es una parte tan importante de nuestra vida diaria. Y si lo tratamos de entender desde un punto de vista más emocional, a veces se trata de revivir las experiencias después, viendo un video para que puedas recordar y retroceder en el tiempo.
Entonces, la pregunta es: ¿los teléfonos son parte de la experiencia o debemos ser más empáticos con las otras personas?
Pero no todos los artistas son como Dylan. Piensa en Rosalía o Miley Cyrus que crean momentos en conciertos que luego aparecerán en las redes sociales y se podrán volver virales. No podemos ignorar el meme de Rosalía que estuvo por todos lados y luego se convirtió en el comienzo de su canción Bizcochito cuando la canta en vivo.