Fue la pregunta que me hice cuando quise estar con el chico que tanto me gustaba.
Y ahora entiendo que, a veces, conocemos a algunas personas para recordarnos a nosotras mismas cuáles son nuestros límites.
Aun cuando los buenos momentos pueden nublar tus emociones y obviar la razón, hay ocasiones donde no es posible explicar esa conexión; una química distinta invade tu cerebro y experimentas la sensación de que todo es natural, incluso la intimidad de compartir cosas privadas que te hacen vulnerable. Por unos instantes agradeces a la línea del tiempo por haberlos hecho coincidir.
También, está la otra parte. A medida que lo conoces, encuentras que al parecer es una persona que no está disponible emocionalmente, es decir, le encanta compartir tiempo contigo y concuerdan en varios puntos de vista, pero nada trasciende más allá de la amistad. Después de varias conversaciones, el concepto se refuerza por sí solo.

En algún punto consideras que puede estar bien, luego piensas ¿Qué tan lastimada quieres salir si no vas en la misma dirección? La verdad, hemos normalizado pretender vivir el momento con la excusa de “qué todo fluya” y hacer de esto una expectativa. Por más que lo simplifiquemos no resulta fácil desprenderse de los sentimientos.
Esto me hizo recordar la frase de la película Some Girl(s) “Cuando tomas una parte de una persona es probable que la lastimes, tal vez, una pequeña parte muere y pierden algo que nunca nunca regresará” (Schwartz & Scherler, 2016).
Siempre hay varias razones por las que quieres quedarte, una de ellas es evitar el dolor que implica despedirse. Sin embargo, ser honesta contigo misma y con la otra persona es la forma más valiente que tienes para protegerte y ejercer tu responsabilidad afectiva. Te prometo que solo será el final de un ciclo, que no tienes que conservar para ver una nueva etapa de amor en tu vida. Los nuevos comienzos vienen llenos de experiencias que no sabes por qué sucedieron, simplemente debes dejarlo ir ya que hay respuestas que llegan cuando es momento de conocerlas.

Crecer emocionalmente es aceptar que en ocasiones vas a elegir a alguien que no va a elegirte como tú lo esperas, y es válido.
Todos tenemos una forma de vivir nuestro camino con la sintonía que más nos identifica. Las circunstancias no están allí para definirte, a menos que así lo quieras. Puedes marcharte de los lugares que no encajan contigo, pero nunca bajar tus estándares para estar con alguien. ¿Qué te dirías a ti misma si al final terminas en una mentira que solo te hiere? porque en realidad no tienes que hacer funcionar nada.
Hoy en día, la cotidianidad se ve envuelta de una sensación de nostalgia, desde una conversación no forzada hasta la intimidad de ser naturalmente tú.

Con la libertad de experimentar nuestras historias, al compararlas con la ficción del cine, resultan mejores porque no son resultado de un libreto escrito; es la vida trascendiendo en ti.
Ahora, eso no significa que no te lastimen, y termines con miedo de arriesgarte.
Recuerda, nada está perdido. Descubriste que ganaste, no de la forma tradicional, sentiste de nuevo eso que creíste que no volvería a ti y no te afanas por encontrarlo nuevamente. En el fondo sabes, que todo llega cuando estamos listas para recibirlo.
2 comentarios en «¿Por qué te empeñas en salir con alguien que emocionalmente no está disponible?»
Sunana: me llama mucho la atención tu artículo y definitivamente los seres humanos aveces tenemos que pasar por ciertas cosas para aprender, las personas que sr conocen saben desde un.inicio que no es más sin embargo se involucran generalmente es por el riesgo y por el deseo de ir más allá, más sin embargo comotoda acción debemos esperar la consecuencia y aprender asumir nuestros errores.
Hola Margarita 🙂
¡Espero te encuentres muy bien!
Gracias por tu comentario. Es muy común que en diferentes oportunidades tendamos a quedarnos en nuestra zona de confort como lo mencionas, aunque, la intuición siempre está allí hablándonos disimuladamente para reconocer a tiempo cuando es momento de tomar otro camino, disfrutar nuestro momento justo donde nos toca. Porque, no es tarde, es tu tiempo de aprendizaje.